El borochi o lobo de crin (Chrysocyon brachyurus) es el más grande de los cánidos sudamericanos, mide entre 125 y 150 cm de largo. Es un zorro fácilmente reconocible por la largura de su patas y orejas y la esbeltez de su cuerpo. Su pelaje es largo y de tonalidades pardo-rojizas. La parte ventral, la barbilla y el extremo de la cola son blancos, en cambio la parte inferior de sus patas y su larga crin son de color negro.
El borochi habita en lugares abiertos, en las pampas, pastizales y bosques de inundación asociados a sabanas de la llanura amazónica del norte de La Paz y delos Departamentos del Beni y Santa Cruz. Las áreas protegidas del Parque Nacional Madidi, la Estación Biológica del Beni y Noel Kempf Mercado protegen poblaciones de la especie.
Es un animal de hábitos nocturnos, omnívoro generalista y oportunista, se alimenta principalmente de frutos de Solanaceae, aunque también puede consumir mamíferos medianos y pequeños, como el jochi pintado, los armadillos y los roedores, aves y reptiles y una variedad de frutos y de gramíneas, dependiendo de la disponibilidad de recursos en su hábitat. Tiene una técnica particular para cazar en las sabanas: realiza saltos verticales con sus largas patas por encima de los pastos altos en búsqueda de ratones, cuises, aves y otros vertebrados pequeños.
El borochi es solitario y monógamo, comparte su territorio únicamente con su pareja y sus crías. Las hembras dan a luz una vez por año y la camada es de 1 a 3 crías; ambos progenitores se encargan de la crianza de los cachorros. La comunicación olfatoria (señalada por la orina) juega un papel importante en la interacción social de esta especie.
El conocimiento científico existente en Bolivia sobre el borochi es aún limitado,debido en gran medida a su comportamiento evasivo y a las dificultades de ser observado. Los estudios de WCS han permitido obtener 60 registros de la especie en el norte de La Paz y Beni, mediante entrevistas a guardaparques y la población local, filmaciones, vocalizaciones y señas. Sobre la base de esta información se diseñó el paisaje biológico de la especie, identificando las áreas de su distribución y los hábitats de mayor preferencia. Otro estudio realizado en el país por Louise Emmons y otros investigadores indica que el área de acción del borochi se encuentra entre 40 y 80 km2 y que puede caminar hasta 14 km/día.
Las principales amenazas ala conservación del borochi están relacionadas con la pérdida y degradación de su hábitat, fundamentalmente por la fragmentación de zonas de la sabana, y la transmisión de enfermedades nativas e introducidas que podrían afectar a sus poblaciones, considerando la baja densidad natural de la especie y la escasa cobertura de las sabanas de tierras bajas en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).