La deforestación ha reducido dramáticamente la extensión de los bosques tropicales tanto en Bolivia como en el mundo. Su destrucción representa el 20% del total de las emisiones de carbono producidas por la actividad humana, además de la pérdida de biodiversidad, de los impactos sobre las fuentes de agua y la salud y de la disminución de las oportunidades para el desarrollo socioeconómico y cultural.
La reciente publicación de un estudio realizado por el Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) y Wildlife Conservation Society (WCS): “Escenarios de deforestación en el Gran Paisaje Madidi-Tambopata”, muestra que la expansión de la agricultura y la conversión de bosques en pasturas, son las principales causas de la desaparición de los bosques, y que su conservación depende fundamentalmente de las capacidades locales de gestión territorial, es decir de planificación del uso actual y potencial de la tierra, de fortalecimiento institucional y de ejecución de proyectos de manejo sostenible de recursos naturales.
Este estudio se enfocó en la zona ubicada a lo largo del camino de San Buenaventura-Alto Madidi (al norte de Ixiamas) y donde confluyen el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi y la Tierra Comunitaria de Origen Tacana. Se utilizaron sistemas de información geográfica y análisis estadístico espacial para analizar la correlación existente entre las condiciones geográficas y la pérdida de cobertura boscosa en un período histórico (2005-2010) y su proyección futura a 2021. Asimismo, se incluyeron en el análisis algunos factores determinantes: los tipos de tenencia y gestión de la tierra y la mejora de la infraestructura vial, permitiendo contrastar la deforestación en áreas con y sin gestión territorial.
Se modelaron tres posibles escenarios de deforestación: 1) Escenario Base al 2021 en ausencia de esfuerzos de gestión territorial, utilizando la tasa de deforestación histórica (2005-2010) en el área fuera de la TCO Tacana; 2) Escenario Camino Mejorado al 2021, utilizando la tasa de deforestación histórica (2005-2010) del camino Yucumo-Rurrenabaque y 3) Escenario Gestión Territorial al 2021, utilizando la tasa de deforestación histórica (2005-2010) dentro de la TCO Tacana.
Los resultados del estudio revelan que el menor porcentaje de deforestación, de solamente el 0,5% anual, se da dentro de la TCO Tacana, en un escenario con gestión territorial aún en el caso de áreas dentro del territorio indígena que se encuentran a la misma distancia de la carretera de San Buenaventura a Ixiamas. La mayor tasa de pérdida de bosque correspondió a la zona de la carretera Yucumo-Rurrenabaque, con un 3,7% anual; en tanto que la franja entre San Buenaventura y Alto Madidi, en áreas de propiedad privada o de productores agrícolas de origen migrante, presentó una tasa del 2,3%.
Utilizando estas tasas de deforestación histórica, el estudio proyecta la deforestación entre 2010 y 2021. Este modelamiento de escenarios concluye que la gestión territorial tacana evitaría la perdida de 230.842 hectáreas entre el 2010 y el 2021. Además, un análisis de la ubicación de las áreas que serian deforestadas en ausencia de la gestión territorial tacana indica que la misma evitaría impactos sobre el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, a lo largo de las últimas estribaciones del piedemonte andino. Esta área protegida es esencial para la conservación de la biodiversidad y de las cabeceras de más de cien arroyos que proveen de agua a toda la provincia Iturralde. También se evitarían impactos sobre el Área Protegida Municipal de Ixiamas donde se encuentran los mayores valores de diversidad de aves y plantas en el mundo, y que exhibe además una de las densidades más altas de jaguares.
La gestión territorial tacana también protege de la deforestación a los corredores de conectividad entre el área protegida Madidi y la TCO Tacana. Estos corredores son fundamentales para el mantenimiento de las poblaciones de fauna, especialmente de las especies amenazadas a nivel continental y con amplios requerimientos espaciales, como el jaguar (Panthera onca) y el chancho de tropa (Tayassu pecari), así como para la sostenibilidad de la cacería de subsistencia por las comunidades indígenas.
Por otro lado, también se evitaría la deforestación de áreas con riesgos de erosión sobre las últimas serranías de los Andes y a lo largo del curso de los principales ríos y arroyos de la provincia Iturralde y de zonas susceptibles a inundaciones.
La TCO Tacana cuenta con derechos de tenencia de la tierra que han sido asegurados por el estado boliviano y ha desarrollado capacidades de regulación interna del manejo del territorio y de sus recursos naturales, lo cual ha contribuido a evitar que estos bosques de propiedad colectiva sean sobreexplotados y destruidos, permitiendo al mismo tiempo desarrollar diversas actividades productivas orientadas a asegurar a las comunidades medios de vida sostenibles.
Este estudio demuestra que la participación indígena es crítica en la mitigación del cambio climático, a través de la reducción de emisiones por la deforestación. Presenta también información sobre el valor del bosque para el control de los riesgos ambientales y una línea base que permitirá comparar en el tiempo la efectividad de las medidas de mitigación asociadas al proyecto carretero, así como la efectividad de la gestión territorial indígena y de las áreas protegidas como alternativas para asegurar a largo plazo la gestión integral del bosque.