Los resultados de la expedición Identidad Madidi (2015-2017) aportan valiosa información gracias a las investigaciones realizadas en 15 sitios de estudio, que permitieron registrar 64 especies de anfibios (ranas y sapos) y 68 de reptiles (caimanes, lagartijas, serpientes y tortugas). De estas especies, 18 anfibios y 25 reptiles son nuevos registros para el parque, lo que ha contribuido a incrementar a un total de 119 anfibios y de 113 reptiles la lista de especies del Parque Nacional Madidi.
De los 18 nuevos registros de anfibios, 3 son nuevas especies para Bolivia (Boana appendiculata, Pristimantis diadematus y Pristimantis lacrimosus) y 9 son candidatas para la ciencia (6 del género Microkayla, 1 Oreobates, 1 Adenomera y 1 Noblella). Entre estas destacan las ranitas Microkayla, en proceso de descripción.
“Las Microkayla, tienen colores azulados, cafés y naranjas, son muy pequeñas (de 2 a 3 cm), están en áreas de bofedales de gran altitud, son especies endémicas, restringidas a pequeñas quebradas y microcuencas”, explica Mauricio Ocampo, investigador de la Colección Boliviana de Fauna que participó en la expedición.
En cuanto a los reptiles, 25 de las 68 especies registradas durante el trabajo de campo son nuevas para el parque, 2 para Bolivia y 5 son nuevas especies candidatas para la ciencia (2 lagartijas altoandinas del género Liolaemus, 1 lagartija del género Stenocercus, 1 lagartija del género Kentropix y 1 culebra del género Dipsas).
Como parte de los nuevos registros para el parque y para Bolivia, destacan la culebra Phrynonax polylepis y el Caiman cocrodilus o caimán blanco, una especie conocida de la frontera entre Perú y Bolivia y que ahora ha sido registrada en Madidi.
“Con este registro tenemos 6 especies de caimanes para Bolivia y hemos igualado en número a Brasil, siendo uno de los pocos países con una gran diversidad de caimanes. Esto es un logro más para el parque Madidi y para el país”, explica James Aparicio, investigador que participó en la expedición como parte de la Colección Boliviana de Fauna.
El Madidi es el área protegida con la mayor cantidad de ecorregiones en Bolivia. La visita de los 15 sitios de estudio en la expedición permitió tener una buena representación de la herpetofauna por ecorregión y por piso altitudinal presente en el parque.
La mayor cantidad de especies se registró en el Bosque Amazónico Subandino, con 151 especies, seguido por el Bosque Amazónico Preandino (121), los Yungas (90), los Bosques Secos Interandinos (36), la zona de Vegetación Altoandina (10) y el Cerrado Paceño, con 4 especies. En algunos casos, hay especies que se encuentran en más de una ecorregión, mientras que otras especies están en una sola, esa situación le da un valor de diversidad muy importante a Madidi.
Llama la atención encontrar especies a grandes altitudes. “Estas están adaptadas a condiciones ambientales críticas y extremas, por ejemplo, la lagartija nueva para la ciencia registrada en el Chaupi Orco, a 5.040 metros de altura, comenta Aparicio.
La búsqueda intensiva fue el método más utilizado para el registro de anfibios y reptiles, según los autores como el más efectivo. “Tenemos que caminar mucho y revisar lentamente todo el ambiente bajo las piedras, bajo los troncos, entre la hojarasca, en las ramas de árboles y arbustos. Caminamos muchas horas en el día y en la noche también”, explica Ocampo.
Otro método empleado fueron las trampas de pared: mallas milimétricas, tipo mosquitero, que desvían el paso de los anfibios y reptiles hacia un balde enterrado en el suelo. Aunque no atrapan muchas especies, ayudan a registrar aquellas difíciles de encontrar con la búsqueda intensiva. También se utilizó la pesca eléctrica, realizada por los ictiólogos, para atrapar ranas cien por ciento acuáticas.
El estudio destaca la importancia de conservar no solo las áreas protegidas, sino también los corredores que la conectan con otras formaciones y otras áreas protegidas. “No debemos interrumpir los flujos de comunicación genética ya que hay mucha diversidad en esos espacios que apenas estamos conociendo”, indica Aparicio.
Madidi protege a las especies de varias amenazas
El cambio climático, la contaminación de fuentes de agua, la pérdida de hábitat, el deterioro de los ecosistemas, los incendios forestales, entre otros, ponen en riesgo de extinción a los ecosistemas y a sus especies. Los estudios verificaron que estos impactos ocurren en menor medida al interior del parque Madidi, por ser un espacio que garantiza que las fuentes de agua se mantengan libres de contaminación y que los anfibios y reptiles mantengan sus procesos naturales y puedan conservarse adecuadamente.
Un ambiente natural bien conservado, dentro un área protegida, garantiza que el impacto de enfermedades sea menor. Por ejemplo, el daño ocasionado por el hongo quitridio, que es una enfermedad que afecta a los anfibios y que ha eliminado muchas especies de este grupo a nivel mundial, parece ser menos intensa en el parque donde existe menos estrés hacia las especies.
Tomando en cuenta los registros actuales en Bolivia, que alcanzan a 272 especies de anfibios y 344 especies de reptiles, cerca del 44 % de los anfibios y del 33 % de los reptiles están protegidos en el parque Madidi, concluye Aparicio.
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