A partir de una evaluación realizada en el mes de octubre, por Wildlife Conservation Society (WCS), junto al área protegida ANMIN Apolobamba, en el área de explotación de la cooperativa minera aurífera Tierra Hermosa RL, se constató la existencia de elementos de biodiversidad que, pese a la intensa intervención humana en la región, requieren ser conservados.
La Cooperativa Tierra Hermosa, legalmente establecida, se encuentra próxima a la localidad de Suches, en el municipio de Pelechuco. Esta cooperativa aceptó voluntariamente ser una de las dos operaciones piloto, junto con la Cooperativa Águilas de Oro, para aplicar mejores prácticas técnicas, sociales y ambientales. Esto, en el marco del proyecto “Implementación de medidas de producción más limpia en el sector aurífero de la cuenca alta del río Suches”, ejecutado por MEDMIN en alianza con WCS y, financiado por la iniciativa de Gestión Integral del Agua de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia que implementa HELVETAS Swiss Intercooperation.
En esta zona, la remoción intensiva del suelo por la actividad minera a cielo abierto provocó, en los últimos años, una reducción significativa de la biodiversidad y afectó a ecosistemas de la zona. Sin embargo, en aquellas áreas que no fueron intervenidas por esta actividad, y pese a estar rodeadas de áreas mineras, aún hay presencia de vida silvestre.
Foto: Robert Wallace/WCS
¨Esto sugiere que estos lugares no intervenidos actúan como zonas de paso de fauna, permitiendo su movimiento entre el lago Suches y los pastizales al sureste de ese pueblo. En medio de la explotación minera hay biodiversidad y esto es útil para la futura recuperación del entorno natural¨, explica Jesús Martínez, Responsable de Investigación de Vida Silvestre Amenazada en WCS.
Surge entonces la necesidad de que las especies identificadas, así como las fuentes de agua, sean conservadas en esa y otras zonas similares que no están siendo explotadas aún, considerando que serán fundamentales para promover la rehabilitación de la zona una vez concluidas las operaciones mineras.
Los principales resultados de una evaluación basada en la percepción local de 17 especies de vertebrados (aves y mamíferos) muestran una reducción notable de la riqueza natural de la zona debido a la actividad minera. Sin embargo, destaca la presencia de ciertas especies, tanto en el área de la cooperativa como en sus alrededores, así como la presencia de humedales y fuentes de agua.
Entre las especies registradas, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la viscacha (Lagidium viscacia) y el zorro andino (Lycalopex culpaeus) son especies amenazadas que requieren acciones de conservación. Sin embargo, la observación de distintas especies en la zona y los reportes locales exigen realizar estudios más profundos para conocer mejor la biodiversidad presente en la región y comprender a detalle los efectos de la minería.
Foto: Omar Torrico/WCS
Asimismo, la evaluación destaca el recurso agua y propone realizar evaluaciones de su calidad y de los riesgos potenciales por contaminación, que amenazan tanto a la vida silvestre, como a la población humana de la región.
Martínez destaca la necesidad de realizar estudios geológicos previos para una adecuada planificación de las actividades mineras, ya que estas evaluaciones pueden ayudar a identificar zonas con mayor potencial de explotación y planificar mejor dejando zonas libres de actividad minera, en beneficio de distintas especies de vida silvestre en estado de amenaza.
Complementariamente, el equipo técnico de WCS propone implementar medidas para monitorear la biodiversidad en la zona de forma permanente, a fin de reducir los impactos de la actividad minera legal sobre los ecosistemas y la biodiversidad en la cuenca alta del río Suches.
Las medidas incluyen: evaluar la afectación a especies, a partir de inventarios de flora y fauna en distintas zonas; analizar a detalle los cambios en la riqueza biológica, a partir del monitoreo junto al ANMIN Apolobamba; promover la reducción de la cantidad de hábitats degradados por minería, identificando y conservando las zonas con menor potencial para esta actividad, y conservar las corredores biológicos en la región, mediante la regulación de actividades humanas e implementación de una adecuada señalización en relación a las especies de fauna presentes en la zona.
Todos estos aspectos deberán considerarse en una estrategia de planificación minera que considere la biodiversidad de la región y que promueva la reducción de la actividad minera ilegal por los impactos ambientales y sociales que genera.