Los resultados de un estudio publicado en 2020, en la revista de Mastozología Neotropical, sobre la presencia de mercurio total en vicuñas (Vicugna vicugna) en el Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba, muestran que, a pesar de ser relativamente bajo el nivel del metal pesado en las muestras de sangre analizadas, es recomendable evaluar permanentemente su impacto en los ecosistemas, así como la presencia de metilmercurio (o mercurio orgánico) en vicuñas, ganado y peces carnívoros, considerando que la actividad minera y, por ende, el uso de mercurio,crece en forma sostenida.
La evaluación se ejecutó en cinco localidades del ANMIN Apolobamba: Cañuhuma, Nube Pampa, Puyo Puyo, Plan Aeropuerto y Ucha Ucha, entre los meses de octubre y noviembre de 2018, durante las actividades de aprovechamiento sostenible de la fibra (chakus) de vicuña. Sus resultados forman parte del monitoreo de la salud de la fauna silvestre que realiza Wildlife Conservation Society (WCS) como una herramienta de apoyo a las acciones de conservación y manejo sostenible.
El mercurio puede presentarse de diferentes formas, todas ellas tienen efectos tóxicos. El metilmercurio (MeHg) es la forma orgánica más estudiada, por su bioacumulación en ecosistemas acuáticos y terrestres, y por su ingreso a los organismos vertebrados con diferencias respecto a su absorción, distribución y acumulación, indica el estudio.
Para evaluar los niveles de mercurio total (THg) se recolectaron 14 muestras de sangre, obtenidas en la vena yugular de las vicuñas, registrando valores de mercurio entre 0,10 y 0,15 ug/l por litro de sangre. De acuerdo con estudios clínicos realizados en humanos, la exposición hasta 10 ug/l de mercurio es baja, pero si ocurre constantemente produce toxicidad cardiovascular, reproductiva y en el desarrollo de cáncer, entre otros efectos nocivos para la salud.
Las vicuñas analizadas pudieron adquirir el mercurio a partir de inhalación en suelos de zonas mineras o a través de la cadena alimenticia en zonas de pastoreo, como bofedales (praderas húmedas) y pastizales. “Sin embargo, los resultados obtenidos son preliminares y se requiere investigar en mayor profundidad y con un mayor número de muestras”, explica Fabián Beltrán, Jefe de Proyectos en Salud y Manejo de Fauna Silvestre en WCS y autor principal del estudio.
Para un mejor manejo y gestión de la actividad minera, en relación con el mercurio, los investigadores recomiendan obtener sedimentos y agua de lagos y ríos, lodos de bofedales y pasturas de diferentes localidades (para conocer los niveles asociados a la actividad minera); realizar estudios de metilmercurio en vicuñas, mediante muestras de pelos durante los chakus en silvestría (para el registro espacio-temporal de bioacumulación, por ser una especie con importancia ecológica y socioeconómica); y evaluar la presencia de metilmercurio en el ganado doméstico y en peces carnívoros (por ser parte de la dieta diaria de las personas locales).
En el área protegida de Apolobamba es cada vez mayor el número de cooperativas locales (legales e ilegales) que explotan oro de manera artesanal y en pequeña escala. Un ejemplo ha sido el aumento de la presencia de 55 operaciones mineras activas en 2010 a 156 en 2017 y 231 en 2020, y el uso aproximado de entre 0,25 y 6 kg de mercurio al mes, en cada mina.
“En la gestión 2020 se identificaron 231 operaciones mineras en Apolobamba y el uso estimado de 2,8 t Au y 16 t Hg, lo cual representa una grave amenaza, no solo para el paisaje, los ecosistemas y la biodiversidad, también para los propios mineros, y para las poblaciones próximas a los centros mineros”, explica Oscar Loayza, Subdirector del Programa Gran Paisaje Madidi-Tambopata de WCS y coautor de la publicación.
Este metal pesado es utilizado en la minería por su capacidad de separar materiales adheridos al oro (amalgamación), sin embargo, los vapores que se liberan en su quemado pueden afectar a las personas que trabajan o viven en o cerca de las minas. En ese sentido, además de monitorear el estado de salud de las vicuñas este análisis brinda elementos para el desarrollo de mejoras en la gestión de la minería y sus impactos, temas que se abordan en las escuelas de campo y en proyectos piloto de minería responsable, en el marco de las acciones del Grupo Interinstitucional de Trabajo en Oro Responsable (GITOR), alianza de 16 instituciones de la sociedad civil y académicas, en cuya conformación y funcionamiento WCS ha tenido y tiene un rol protagónico.
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