Las investigaciones arqueológicas realizadas en los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación evidencian una gran diversidad cultural indígena, traducida en diferentes tecnologías y estilos cerámicos y en la variedad de las construcciones monumentales estudiadas. Las transformaciones del paisaje son un legado que las poblaciones dejaron en los últimos dos mil años. Todo esto conforma el patrimonio biocultural de los Llanos de Moxos que se debe conservar para las futuras generaciones.
“Los lagos Guachuna, Rogaguado, Largo y Ginebra son ecosistemas acuáticos que fueron ocupados y aprovechados por diferentes culturas a lo largo de muchos siglos. Las diferentes obras de tierras como canales, plataformas elevadas de cultivo, zanjas y terraplenes ayudan a comprender la interacción de las culturas precolombinas con el medioambiente”, explica Carla Jaimes Betancourt, profesora de la Universidad de Bonn, que participó en la expedición.
Foto: Carla Jaimes Betancourt/Universidad de Bonn
La documentación de 18 yacimientos arqueológicos brindó información sobre la profunda historia cultural de la región y la importancia de los valores culturales que tienen en los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación. A través de las investigaciones arqueológicas se pretende contribuir al mantenimiento de este sistema de humedales y garantizar la conservación del patrimonio cultural. Diez de estos yacimientos fueron mapeados mediante fotogrametría y se excavaron tres sitios arqueológicos: El Cerro, Jasschaja en el lago Ginebra y Paquío, en el lago Rogaguado.
“Mediante el mapeo y las excavaciones se analizó la densidad y variabilidad de los sitios arqueológicos monumentales, que indican una historia de cambios en el paisaje asociados a diversas ocupaciones culturales desde hace aproximadamente dos milenios. Todo indica que esta región fue un centro de interacciones culturales y que estuvo densamente poblada en tiempos prehispánicos, con pueblos más numerosos que los actuales”, explica Carla Jaimes Betancourt.
Foto: R. Torrico
Sobre el afloramiento rocoso denominado localmente como El Cerrito, el cual se ubica en una gran la isla de bosque, se encontraron dos estructuras cuadrangulares construidas con cimientos de piedra. La isla está rodeada de extensas plataformas elevadas de cultivo. En esta zona se requieren mayores excavaciones y mapeos con tecnología Lidar (Light detection and Ranging), para comprender su función. En los alrededores de la laguna Ginebra se constató una alta densidad de sitios arqueológicos y se documentaron plataformas elevadas de cultivos, zanjas y conjuntos de montículos. Allí se encontraron fragmentos cerámicos excavando un sitio habitacional datado alrededor de 1300 de nuestra era.
En Rogaguado se encontraron obras de tierra, zanjas circulares y campos elevados de cultivo, así como pequeños montículos con acumulación de conchas bivalvas y restos de cerámicas fechados hace 1.000 años. El investigador Umberto Lombardo, de la Universidad de Barcelona, sugiere que la formación de este lago, y probablemente también la del lago Ginebra, sea producto de numerosos terremotos ocurridos hace aproximadamente 6.000 años.
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