El libro Cautivos, con fotografías de Daniel Alarcón Arias (España) y David Grunbaum Nagiel (Bolivia), autores del libro, e información proporcionada por especialistas de Wildlife Conservation Society (WCS) y de otras organizaciones aliadas, denuncia el daño causado por el tráfico de aves en Bolivia. La publicación difunde imágenes de loros, pericos y guacamayos (psitácidos) procedentes del tráfico y de la caza furtiva. Su propósito es llamar la atención respecto al nocivo empleo de especies silvestres víctimas del comercio ilegal como mascotas, práctica que está impulsando la disminución de sus poblaciones e incluso está provocando la extinción de algunas especies.
La publicación cuenta con el respaldo del actor Leonardo DiCaprio, quien ha manifestado su interés y preocupación por la conservación de la vida silvestre a través de sus redes sociales. “Esperemos que sus imágenes inspiren acciones de conservación para especies que ya están globalmente amenazadas”, resalta DiCaprio en el prefacio del libro. Esta publicación fue elaborada con el apoyo financiero de varias instituciones, entre estas la Unión Europea, en el marco de la “Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques”, proyecto implementado por WCS en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Robert B. Wallace, director del Programa de Conservación del Gran Paisaje Madidi-Tambopata de WCS Bolivia, indica que Bolivia es el sexto país con mayor diversidad de aves con 1.446 especies registradas, incluyendo 53 de loros, periquitos y guacamayos. Y subraya que las áreas protegidas, los territorios indígenas y otros espacios protegidos son clave para la conservación de estas aves.
Según datos de WCS Bolivia, los psitácidos están entre las principales víctimas del comercio ilegal para su uso como mascotas, ilícito que ha causado la disminución de sus poblaciones y ha puesto al borde de la extinción a algunas especies, por lo que podrían desaparecer del planeta. Por las terribles condiciones en las que son almacenadas y transportadas, la gran mayoría de las millones de aves capturadas y extraídas de la naturaleza no logran ser rescatadas ni sobreviven hasta su destino final, en alguna casa humana. Y las pocas aves que son rescatadas, como las fotografiadas en este libro, generalmente no vuelven a la naturaleza y pasan el resto de su vida en cautiverio.
“Imagina a las aves de este libro en las selvas, valles o pampas donde pertenecen, volando libres junto a sus parejas o sus grupos familiares, en vez de condenarlas a una vida de encierro y soledad”, reflexionó Mariana Da Silva, coordinadora de Combate al Tráfico de Vida Silvestre de WCS Bolivia.
Varios sectores e instituciones están comprometidos en la lucha contra el comercio ilegal de aves y de otras especies silvestres: conservacionistas, pueblos indígenas, gobiernos, Policía, Fiscalía, aduanas, periodistas, artistas y la sociedad civil en general. Wallace invita a unirse a este movimiento: “Si deseas apoyar la conservación de las fascinantes aves incluidas en este volumen, además de comprometerte a denunciar y acabar con su comercio ilegal, puedes hacerlo visitando y apoyando las áreas protegidas y los territorios indígenas de la región, o comprando productos naturales gestionados y producidos de manera sostenible en esas mismas áreas”.