Con el objetivo de aportar al fortalecimiento de la resiliencia ecológica, económica, cultural e institucional de los territorios indígenas frente a los impactos del calentamiento global, la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (CIPLA) lideró el proyecto "Biocultura y Cambio Climático", que contó con el apoyo de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, la concurrencia financiera del Gobierno Municipal de Apolo y el acompañamiento técnico de Wildlife Conservation Society (WCS).
Las familias del territorio indígena Leco de Apolo experimentan de manera cada vez más evidente y recurrente los efectos del cambio climático, con lluvias, granizadas y sequías de creciente intensidad, lo cual repercute negativamente en sus actividades agrícolas, de pesca y caza. Conscientes de que esta crisis se va a profundizar, surgió la necesidad de impulsar el proyecto “Biocultura y Cambio Climático”, cuyo enfoque pone en relevancia la cultura, conocimientos y prácticas locales, concordantes con la conservación de la biodiversidad de su territorio. Este proyecto utiliza como base el Plan de Gestión Territorial del Pueblo Indígena Leco de Apolo “Wesra Leco Chajlasin”, el cual enfatiza la filosofía de "criante y cuidante" de la naturaleza. Los resultados de este emprendimiento se evidencian en múltiples niveles.
Una parte esencial del proyecto fue el fortalecimiento de las capacidades de adaptación de 250 familias en 15 comunidades indígenas, a través de la implementación de huertos en sus “patios familiares”, los cuales no solo garantizan la seguridad alimentaria y la nutrición de las familias, sino que además contribuyen a preservar los conocimientos ancestrales y su cultura. En estos espacios, las familias cultivan frutas, legumbres, especias y plantas medicinales, junto con la crianza de animales domésticos, como gallinas, chanchos y conejos. Los patios también les permiten compartir experiencias y saberes, garantizando el intercambio de conocimientos con relación al manejo de sus recursos y su relación con el clima.
El proyecto ha contribuido asimismo a generar oportunidades económicas para las mujeres, gracias a la venta o trueque de los productos excedentes de sus huertos, ahorrar dinero al evitar la compra de hortalizas, la comercialización de miel de abeja y sus derivados, así como por la revalorización, producción y comercialización de ñames amazónicos a restaurantes de la ciudad de La Paz, entre otras actividades. En términos ecológicos, se han generado acuerdos para la protección y conservación hídrica en 15 comunidades, en una extensión de aproximadamente 1.505 hectáreas, incluidas 100 ha de bosque.
En una visita al territorio indígena y a la comunidad Santo Domingo, realizada el 27 de julio, la embajadora de Suiza en Bolivia, Edita Vokral, resaltó la importancia de los patios familiares, al permitir que “las mujeres mejoren sus ingresos con la venta de verduras frescas y orgánicas, a tiempo de contribuir en la alimentación de sus familiares”. Además, enfatizó que el proyecto de Biocultura y Cambio Climático ha hecho grandes logros, contribuyendo al fortalecimiento y empoderamiento de las comunidades no solamente frente a los desafíos que conlleva el cambio climático, sino también frente a las amenazas de la minería del oro para su estilo de vida”.
En efecto, los logros del proyecto "Biocultura y Cambio Climático" no se limitan a mejoras tangibles en los patios familiares, la seguridad alimentaria y el aumento de los ingresos de los hogares, también han impulsado un cambio de paradigma en la forma en que se abordan los desafíos ambientales y culturales. Ante los desafíos crecientes del cambio climático, esta innovadora iniciativa resalta la importancia de unir conocimientos y acciones para proteger tanto la riqueza de la agrobiodiversidad local como la identidad cultural arraigada en las tradiciones indígenas. De esta manera, la resiliencia demostrada por el Territorio Indígena Leco de Apolo resuena como un ejemplo inspirador para otros actores interesados en la preservación ambiental y cultural en tiempos de cambio climático.
Fotografías: Christian Gutiérrez / WCS