En la ruta turística PachaTrek Charazani-Curva-Pelechuco-Apolo se acaba de refaccionar un albergue en la comunidad de Cañisaya. Esta ruta introduce al visitante en el corazón de la cultura kallawaya y el área protegida de Apolobamba. Ha sido pensada para conocer antiguos pueblos que aún preservan parte importante de su tradición.Los kallawayas eran grandes herbolarios, ganaderos de camélidos, agricultores de una diversidad de cultivos andinos en andenes y productores de textiles de gran calidad artística. Estas características les merecieron ser reconocidos por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En el trayecto de Pelechuco a Curva el camino se detiene en la comunidad de Cañisaya, emplazada en un valle profundo al pie de la montaña de Akahamani, en cuyas laderas se desarrollan bosquecillos de keñua. Aún se conserva la tradición de los cultivo sen andenes distribuidos en las faldas de la montaña, aumentando la belleza paisajística del lugar.
Cañisaya ofrece alojamiento a los visitantes y tiene planificado brindar también servicios de alimentación y guía en senderos de interpretación. Es una iniciativa turística importante dentro de este circuito y ha sido considerada un objetivo del proyecto de fortalecimiento de la actividad turística en el área de Apolobamba, ejecutado por Wildlife Conservation Society junto con el Programa Nacional de Biocultura. Su finalidad es mejorar los ingresos familiares, afianzar la cultura y conservar los ecosistemas. Un paso importante ha sido la refacción del albergue, cuya inauguración se llevó a cabo el lunes 19 de mayo pasado,y que contó con la participación del H. José Mendoza de la Asamblea Departamental de La Paz, de Néstor Palluca, Alcalde de Curva, y de representantes del Consejo Municipal de Curva, el Programa Nacional Biocultura y el equipo de WCS Bolivia.
Los siguientes pasos son la recuperación y transmisión de los saberes tradicionales, la restauración de terrazas prehispánicas con fines demostrativos y el desarrollo de capacidades para la gestión del turismo. Cañisaya como otros pueblos de la región son conscientes de la importancia de mantener su legado cultural y de compartirlo con los visitantes de la región. Un recorrido por una ruta que antaño les permitió desarrollar el comercio y el intercambio cultural, coexistiendo con otras culturas, y que en la actualidad continúa cumpliendo objetivos similares a través del ecoturismo endógeno cultural.