Entre el 1 y 3 de diciembre de este año se llevó a cabo el “Taller para el monitoreo ambiental”, organizado por la Universidad Internacional de Florida (FIU), Conservify, Red de Ciencia Ciudadana para la Amazonía (Red CC) y Wildlife Conservation Society (WCS) Bolivia, con el apoyo de la Fundación Gordon and Betty Moore. El taller fue dictado por Paulo Olivas (PhD), experto en investigaciones sobre cambios medioambientales a diferentes escalas espaciales y temporales, que lidera el grupo de colaboración de Calidad del Agua en la Red CC.
En el taller asistieron 22 participantes, entre guardaparques de las áreas protegidas Madidi y Pilón Lajas, técnicos de monitoreo del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) y del Consejo Regional Tsimane Mosetene (CRTM) e investigadores.
Foto: Guido Miranda/WCS
El objetivo fue familiarizar a los asistentes en el uso de las estaciones FieldKit y en la medición de los diferentes parámetros ambientales: condiciones climáticas y calidad del agua, y en métodos de calibración y mantenimiento de los sensores. Para tal efecto, el taller se dividió en una parte teórica, desarrollada el primer día, y en otra práctica, ejecutada los dos días restantes.
En la sección teórica Guido Miranda (WCS Bolivia) explicó la problemática de conservación que enfrentan los peces, especialmente los migratorios, y la necesidad urgente de generar información sobre sus poblaciones, mediante el uso de herramientas como Ictio, y sobre la calidad de sus hábitats con herramientas como FieldKit. En la parte ambiental se difundieron conceptos clave sobre monitoreo ambiental, resaltando su importancia para la conservación, así como información para los tomadores de decisiones. Además, este espacio fue aprovechado para el intercambio de experiencias entre los participantes, lo que enriqueció la información otorgada por el facilitador.
Por otro lado, los asistentes se relacionaron tanto con los equipos como con la aplicación FieldKit, que en conjunto funcionan como una herramienta para el monitoreo ambiental. Por medio de este instrumento, instituciones y personas individuales pueden observar datos ambientales en vivo, descargar bases de datos, subir información a la nube y compartirla. Para ello, es necesario crear una cuenta que permita un manejo más responsable de los datos.
Para aprender el uso de esta herramienta fue necesario conocer los equipos de monitoreo ambiental con mayor profundidad, por lo que antes de ingresar a la parte práctica, los asistentes se familiarizaron con los elementos que componen estos equipos, la forma en la que se ensamblan y cómo se los utiliza.
Olivas entregó cuatro equipos para medir el nivel del agua, seis para evaluar diferentes parámetros climáticos y otros cuatro para medir aspectos físico-químicos del agua. Algunos de estos equipos, que se instalarán en los parques Madidi, Pilón Lajas y TCO colindantes, fueron puestos a disposición de los participantes para que puedan aprender su modo de uso.
Foto: Cecilia Flores Turdera/WCS
Además del manejo de los equipos FieldKit, se expusieron metodologías para medir la calidad de los ríos mediante índices hidrológicos, de hábitat y de macroinvertebrados (Jorge Molina, Limnología). Los registros para definir estos índices fueron descargados a la plataforma de recolección de datos colaborativa y ciudadana Anecdata. Por otra parte, se enseñó sobre el uso de tiras reactivas para la medición de 16 parámetros de forma simple y económica. Todo esto a fin de que los responsables de monitoreo tengan los insumos técnicos y de equipamiento necesarios para la recolección de datos, que les permita determinar la calidad de los ríos y detectar señales de alarma que ameriten estudios específicos.
Durante la parte práctica, los asistentes aprendieron a ensamblar cada equipo, procediendo posteriormente a su instalación. Esto se llevó a cabo en la laguna del campus de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en Cota Cota.
Foto: Guido Miranda/WCS
Queda por definir los sitios dónde los equipos serán instalados en diciembre de este año. Los datos que se obtengan con ayuda de los guardaparques y técnicos de campo proporcionarán información valiosa respecto de las condiciones medioambientales del área, y permitirán evaluar periódicamente los cuerpos de agua de la zona, identificando potenciales situaciones que amenacen la calidad del agua.